La gestión emocional es tan importante como la táctica
Gestionar situaciones difíciles con los jugadores en fútbol base es uno de los retos más complejos y a la vez más importantes para cualquier entrenador.
Porque no se trata solo de diseñar un buen entrenamiento o elegir el sistema de juego adecuado.
Se trata de entender las emociones del grupo y mantener la motivación incluso en los momentos más delicados.
¿Te gustaría mejorar tu gestión emocional como entrenador? Escríbeme por privado en @aprende.entrenando
El caso típico: “¿Por qué no estoy jugando?”
A todos nos ha pasado:
Un jugador que se esfuerza al máximo en cada entrenamiento, pero que no entra en el once inicial.
Y un día te pregunta:
“¿Por qué no estoy jugando? Si entreno bien, ¿por qué otros sí y yo no?”
La respuesta rápida podría ser:
“Yo decido quién juega.”
Y aunque sería perfectamente válida, no es la mejor opción para mantener una relación sana y motivadora.
La clave: anticiparte y empatizar
Cuando un jugador se acerca con esta duda, no busca un discurso técnico.
Busca comprensión. Busca sentir que se le ve, que se le valora.
Por eso, como entrenador es clave:
- Anticiparte a estas situaciones
- Leer el estado emocional del jugador
- Ofrecer una respuesta que combine claridad y apoyo
No es solo táctica, es gestión emocional
La frustración de un jugador que no juega no es solo una cuestión de ego.
Es una señal de que quiere aportar, que quiere crecer.
Y si no gestionas bien esa emoción, puede volverse desmotivación o conflicto.
Cómo responder de forma constructiva
- Reconoce su esfuerzo: “Sé que entrenas bien y lo valoro.”
- Explica tu visión: “Ahora mismo, por perfil o por necesidades del equipo, estamos optando por…”
- Ofrece un camino: “Si sigues así y mejoras en X, tendrás tu oportunidad.”
Este enfoque no solo calma la frustración, sino que refuerza el compromiso y la confianza.
¿Quieres aprender más herramientas para gestionar estas situaciones? Escríbeme en @aprende.entrenando