Ser coach no es aplicar reglas. Es tomar decisiones con criterio.

Como coach de entrenadores de fútbol, he aprendido que las reglas no siempre funcionan igual para todos.

Y que, en la gestión de equipos, no hay fórmulas exactas.

Lo que hay son principios. Y, sobre todo, mucho sentido común.

Mi objetivo con este artículo es compartirte cómo afronto los pequeños desafíos del día a día.

Porque ahí es donde se juega la verdadera partida:

👉 En cómo manejas lo cotidiano.

👉 En cómo haces que una norma no rompa la conexión con tu equipo.

¿Qué hacer cuando un jugador llega tarde?

Supón que un jugador que siempre es puntual, un día llega a las 16:05.

La convocatoria era a las 16:00.

¿Le castigas?

¿Le excluyes?

¿Le perdonas?

Yo me hago esta pregunta:

¿Qué necesita aprender este jugador ahora?

Porque no se trata de aplicar la norma sin pensar.

Se trata de educar.

Y a veces, educar es corregir.

Y otras veces, es recordar con empatía.

No somos prisioneros de nuestras propias reglas

Esto es algo que repito mucho cuando trabajo con entrenadores:

Las normas están para servir al equipo, no para esclavizarlo.

Una norma rígida que no contempla el contexto, pierde sentido.

No se trata de romper las reglas al primer contratiempo.

Se trata de ver la situación con perspectiva, de saber cuándo aplicar firmeza… y cuándo aplicar humanidad.

¿Y si hacemos excepciones? ¿Perdemos autoridad?

No.

La autoridad no se pierde cuando eres flexible.

Se pierde cuando eres incoherente.

Y también cuando aplicas sanciones que no educan, solo castigan.

Por eso, si haces una excepción, que no sea por simpatía ni favoritismo.

Que sea porque tienes una visión clara de lo que estás enseñando con esa decisión.

Todos cometemos errores. Pero todos debemos aprender.

Cuando un jugador llega tarde, lo importante no es que pague una multa.

Lo importante es que comprenda el valor de la puntualidad.

Y si es la primera vez, puedes convertir esa situación en una oportunidad para hablar con él, reflexionar, y fortalecer el compromiso sin destruir la relación.

Mi visión como entrenador y mentor

Siempre he creído que liderar un equipo no es imponer, sino inspirar.

Y eso se logra cuando las normas están al servicio del propósito.

Cuando la disciplina tiene un sentido.

Y cuando los jugadores saben que el entrenador no juzga, sino que guía.

¿Quieres trabajar conmigo cómo gestionar mejor la disciplina sin perder conexión?

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