La falsa idea de que todos los entrenadores compiten entre sí

Durante mucho tiempo viví con la creencia de que los entrenadores a mi alrededor eran mi competencia directa.

Si alguien estaba en un club mejor, en una categoría superior, o tenía más reconocimiento que yo…

automáticamente lo veía como una amenaza.

Pero con el tiempo —y muchas charlas, encuentros y aprendizajes— me di cuenta de que estaba totalmente equivocado.

Lo que antes era amenaza… hoy es inspiración

Un día, algo hizo clic en mí.

Escuchaba a un entrenador hablar sobre su manera de trabajar y en vez de sentir celos o compararme,

sentí admiración.

Ahí entendí que no era mejor que yo. Solo estaba en otro momento.

Quizá con más experiencia, quizá con otras herramientas…

pero no era mi enemigo.

Era alguien de quien podía aprender.

Cambiar la mirada cambia tu camino

Cuando empecé a ver a otros entrenadores como referentes en lugar de rivales,

empecé a mejorar.

Y no solo técnicamente.

Mejoré como persona.

Porque me abrí al aprendizaje,

dejé el ego a un lado,

y empecé a construir una mentalidad más sana, más generosa, más cooperativa.

En este grupo, no hay enemigos. Hay compañeros de viaje

Todos los entrenadores con los que trabajamos —o incluso los que vemos por redes—

son parte del mismo viaje.

Algunos están empezando.

Otros están consolidando su camino.

Y unos pocos, están dejando huella.

Pero todos tenemos algo que aportar.

Una idea, una frase, una experiencia que puede cambiarle la perspectiva a otro.

Compartir es lo que nos hace crecer

Cada duda que compartes, cada historia que cuentas, puede resonar con alguien que lo necesita.

No subestimes el valor de tu proceso.

Si un día sentiste que fracasaste…

eso puede ser justo lo que otro necesita para levantarse.

Si ahora estás en un momento de éxito, disfrútalo sin culpa.

Y si estás pasando una racha difícil, recuerda que todo pasa.

Estamos todos en esto juntos

El fútbol base necesita menos egos y más comunidad.

Menos postureo y más humildad.

Menos silencios por miedo a parecer débil y más espacios de escucha y apoyo.

Porque ser entrenador es un camino solitario a veces… pero no tiene por qué serlo si elegimos compartir.

Si alguna vez sientes que necesitas apoyo, un consejo o simplemente compartir lo que estás viviendo como entrenador, escríbeme por privado en @aprende.entrenando. Estoy aquí para escucharte.