¿Qué hacer cuando tu equipo golea en fútbol base?
Hace unos días, un entrenador me contó que su equipo había ganado 13-2. Me explicó que no habían buscado humillar, simplemente estaban aplicando lo entrenado: jugar a dos toques, abrir por bandas, mantener la posesión.
Pero lo que le impactó fue la reacción del coordinador del club:
“Dile a los niños que dejen de meter goles.”
Y su pregunta fue sincera:
“¿Cómo les digo que frenen, si estamos haciendo justo lo que llevamos semanas trabajando?”
Esta historia me dejó reflexionando sobre un tema clave: las goleadas en fútbol base. ¿Qué hacemos como entrenadores ante un resultado abultado? ¿Es formativo pedir que frenen? ¿O es incoherente con lo que llevamos meses construyendo?
¿Te ha pasado algo parecido? Escríbeme por privado en @aprende.entrenando y cuéntame cómo lo gestionaste.
Goleadas en fútbol base: ¿cuál es el problema real?
Una goleada pone a prueba muchas cosas:
- La coherencia del entrenador
- La mentalidad del equipo
- La cultura del club
- La resiliencia del rival
Y muchas veces, el problema no está en que un equipo marque muchos goles, sino en que el otro no ha sido bien entrenado para competir con dignidad.
Si tras 7 meses de entrenamientos sigues recibiendo goleadas… ¿no deberíamos revisar cómo estás entrenando?
¿Deberíamos frenar a los jugadores cuando el marcador es amplio?
Algunos entrenadores optan por:
- Bajar la línea de presión
- Quitar a los jugadores más desequilibrantes
- Rotar más de lo habitual
No digo que esté mal. Pero si tu equipo ha entrenado para jugar a ritmo alto, para ser intenso, para apretar… ¿por qué deberías pedirles que bajen el nivel cuando lo están haciendo bien?
Coherencia por encima del resultado
Si tú pides intensidad y verticalidad cuando el rival es fuerte…
¿Por qué cambias el discurso cuando el rival es débil?
¿Si el Real Madrid golea está bien visto, pero si lo haces tú en tu club, está mal?
La respuesta no es tan sencilla como “no hay que golear” o “hay que ganar siempre”.
La clave está en la intención y la coherencia con lo que transmites cada semana.
El papel del entrenador frente a una goleada
Tu rol no es solo controlar el marcador. Es educar desde la coherencia.
Puedes aprovechar una goleada para trabajar:
- Humildad en la celebración
- Tareas nuevas dentro del partido (posesión con objetivos, cambios tácticos, etc.)
- Refuerzo de jugadores que menos minutos tienen
Pero todo esto sin cambiar el mensaje base que das en cada entrenamiento.
La formación está por encima del resultado… pero no a costa de la identidad
El problema no es golear. El problema es no saber por qué lo estás haciendo, o sentir culpa por aplicar bien tu método.
Lo que duele no es el 13-2. Lo que duele es cuando formamos a los jugadores sin una dirección clara, sin trabajar los mínimos estándares de intensidad, aprendizaje y juego.
Si quieres construir un equipo que sepa competir con respeto, sin traicionar su estilo, te invito a escribirme un mensaje privado en Instagram @aprende.entrenando
Goleadas en fútbol base: el debate no es el marcador, es el mensaje
¿Estamos formando jugadores o protegiendo egos?
¿Estamos educando desde el miedo a lo que dirán o desde la intención pedagógica real?
Porque si lo que hacemos está bien entrenado, es coherente con nuestro discurso y se sostiene en el tiempo, entonces no hay goleada que reste valor.
Y si el equipo rival no ha llegado a ese punto, el foco debe estar en cómo se les está formando a ellos, no en frenar a los que lo están haciendo bien.
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