La misión del entrenador no es solo táctica, es emocional
Reducir la presión en el fútbol base es, para mí, una de las tareas más importantes que tiene un entrenador.
Porque no basta con enseñar sistemas de juego o cómo marcar goles.
Nuestro trabajo es también crear un entorno donde el jugador pueda disfrutar, crecer y sentirse parte de algo.
¿Te gustaría aprender a gestionar mejor la presión en tu equipo? Escríbeme por privado en @aprende.entrenando
Más que fútbol: devolver la ilusión
Cada vez que empiezo una temporada me recuerdo esto:
Mi misión no es solo que aprendan a jugar.
Mi misión es que:
- Disfruten del juego
- Se sientan parte de una academia
- Vuelvan a sentirse jugadores de fútbol, sea cual sea su nivel
Porque el fútbol base, ante todo, debe ser un espacio de motivación, no de tensión.
Minimizar la presión: por qué es clave
El exceso de presión puede:
- Bloquear al jugador
- Generar ansiedad
- Romper la confianza
- Hacer que abandonen el deporte
Por eso, reducir la presión en el fútbol base no es un “extra”.
Es una necesidad.
Es lo que permite que los jugadores quieran volver cada semana.
Cómo conseguirlo: tres claves
1️⃣ Crear un ambiente seguro:
Donde equivocarse sea parte del aprendizaje.
2️⃣ Cuidar la comunicación:
Evitar mensajes que solo refuercen el resultado y no el esfuerzo.
3️⃣ Fomentar la pertenencia:
Que cada jugador sienta que forma parte de algo más grande que él.
El verdadero objetivo
Más allá del marcador, más allá del ascenso, más allá de los goles:
Que cada jugador vuelva a casa sintiéndose mejor.
Que cada uno se sienta futbolista, a su nivel.
Que cada uno quiera volver.
Esa es la base de un buen trabajo como entrenador.
Si quieres profundizar en este enfoque, escríbeme en @aprende.entrenando