Sin dirección, no hay progreso
Tener una visión clara de lo que quieres para tu equipo es el primer paso para construir algo coherente.
Y, sin embargo, es donde más entrenadores se pierden.
Cuando empezamos, es normal tener un torbellino de ideas en la cabeza:
⚽ conceptos que hemos vivido como jugadores
📚 metodologías que hemos aprendido en cursos
💭 expectativas que nos imponemos
Pero una idea sin estructura, sin contexto, sin punto de partida… no se convierte en realidad.
Tu punto de partida es el equipo que tienes, no el que imaginas
Te pongo un ejemplo real:
“Quiero sacar el balón jugado desde atrás”.
Pero tengo dos defensas que apenas pueden dar un pase en corto.
¿Significa eso que abandono la idea?
No.
Significa que ese es mi punto de partida.
No renuncio al objetivo, pero lo adapto al momento actual del grupo.
Y desde ahí, con tiempo, con trabajo, con criterio… llegaremos.
Tener visión no es hacerlo todo ya
Una visión clara no es una lista de “tengo que hacerlo todo desde el día uno”.
Es una brújula.
Una dirección.
Porque los contenidos se relacionan entre sí.
Porque hay tiempo a lo largo de la temporada para progresar.
Lo importante no es tenerlo todo hecho en septiembre.
Lo importante es saber hacia dónde te diriges.
Tres claves para construir tu visión como entrenador
1️⃣ Acepta tu realidad actual:
No puedes trabajar sobre lo que deseas, sino sobre lo que tienes.
2️⃣ Traza una ruta progresiva:
De lo más básico a lo más complejo. Paso a paso.
3️⃣ No te obsesiones con el ahora:
La temporada es larga. Confía en tu proceso.
El valor de la paciencia con propósito
A veces, el mayor enemigo del entrenador no es la falta de ideas, sino la impaciencia por verlas hechas realidad.
Y lo que de verdad transforma un equipo no es tener una idea brillante, sino tener la capacidad de ejecutarla con paciencia, claridad y tiempo.
Si quieres aprender a construir una identidad de juego con sentido, escríbeme por privado en @aprende.entrenando