¿Qué prefieres, elogiar en público o en privado? Pensar que todos los jugadores son iguales y que todos prefieren que les elogies públicamente, es el mismo error que pensar que todos funcionan de la misma manera y les debes tratar por igual.
En una entrada anterior hablamos de los tipos de refuerzo para futbolistas. Ahí, mencionamos que el elogio es un refuerzo positivo que tienes que usar de manera inteligente para no abusar de él.
Y así como hay que evitar abusar del elogio, hay que también saber usarlos tanto en privado comoo en público. Recordemos que en tu equipo puede haber jugadores carismáticos y tímidos, con hambre de ganar y otros con autoestima moderada.
Por eso hoy vamos a analizar qué tipo de jugadores tienes y qué tipo de elogios necesitas hacerles.
¿Elogiar en exceso o a cuentagotas?
Hay un tema muy importante que seguramente tú como entrenador de fútbol tengas claro. Todos los jugadores quieren que les elogien. De igual manera que a todos nos gusta que nos digan lo que estamos haciendo bien y lo que estamos haciendo mal, ellos desean que sus logros sean reconocidos.
Sin emabrgo, esto no es tan trivial. Debes tener en cuenta varios aspectos que a continuación te mencionaremos.
- Dosificar la frecuencia de los elogios
El primer aspecto es la frecuencia con la que tú les dices a los jugadores que están bien las acciones que están haciendo, o la frecuencia con la que les dices lo mal que lo estan haciendo.
Si normalmente le estás mencionas deforma muy constante que está mal, seguramente acabes llevando a tu jugador a una situación en la que siente que todo lo que está trabajando y no está valiendo de nada.
Esto hará que inmediatamente sienta que no merece la pena continuar con el esfuerzo.
- La repetición pierde el efecto
Y por otro lado está el punto en que si elogias repetidas veces, y además de manera muy seguida, pierdes ese efecto de «potencia» porque se acostumbran.
Es como cuando te gusta mucho una canción y la pone 200 o 300 veces seguidas, y llega el momento en que te da igual. No te genera ninguna emoción. Pues bueno, eso nos pasa también con los jugadores cuando le estás diciendo continuamente que están haciendo muy bien las cosas.
Entonces, por un lado tienes que tener en cuenta la frecuencia con la que estás elogiándole -Sabiendo que esta debe ser dosificada para que surta efecto- Y además, saber que durante ciertos periodos de tiempo es importante que no haya ningún tipo de elogio.
NOTA: Durante periodos de tiempo establecidos es importante que haya pequeños elogios que queden estructurados en diferentes espacios temporales.
Elogios públicos
Ahora bien ¿debes elogiar en público o en privado? Aquí en particular diferencio los elogios de cuatro maneras: público abierto, público cerrado, privado abierto y privado cerrado. Veamos a qué me refiero con estas combinaciones.
- El elogio público abierto
Por un lado tienes el público abierto. Digamos que es el más común, es el más usado por el entrenador de fútbol en pleno partido.
Aquí es cuando tú ves que el jugador hace una acción buena, y ahí, a viva voz, le elogias esa situación que ha hecho. Puedes decirles: “¡Muy bien el gesto que has hecho! ¡Muy bien el desmarque que has hecho! ¡Genial cómo has llegado al apoyo! ¡Muy bien cómo has llegado a la caída de balón!” Toda esa situación es el elogio en público abierto.
La primera mirada que va a ver por parte del publico, va a ser hacia ti, pero las siguientes van a ir hacia el jugador, para comprobar si en las siguientes acciones lo hace tan bien como dices.
Entonces, le estas exponiendo a una situación que no todos los jugadores están preparados para poder soportar. Es a través de los entrenamientos donde aprovechas para evaluar este aspecto o cómo va su autoestima de cara al partido.
Así que tienes que determinar si tú jugador, una vez que recibe este refuerzo positivo, está preparado para ser capaz de asumir esa exposición hacia el resto del partido. Eso sería una situación pública abierta.
- El elogio público cerrado
Por otro lado tenemos la situación pública cerrada. En ella se da una situación en la que tú expones a tu jugador, pero en un momento donde no va a ser visto y no va a estar evaluado por el público. Esto puede ser cuando acaba el partido y están ya saliendo del vestuario.
El refuerzo positivo lo brindas en un espacio más controlado, más cómodo y alejado de toda la presión del momento. Además, lo haces con el jugador ya en frío y más seguro de si.
Acá es cuando vas y le dices a tu jugador: “oye me ha encantado la acción del partido que has hecho ante todas las familias. Has hecho un partido de tremendo”. Todo el mundo se entera, el partido ya terminó, por ejemplo, pero no le están enfocando, ni evaluando, porque ya ha acabado el partido.
Esto ocurre mucho en las ruedas de prensa con el fútbol profesional. Ahí verás que los entrenadores elogian a sus jugadores una vez que ha acabado el partido.
Eso al jugador no le supone una baja de autoestima o presión momentánea. Le puede suponer una presión futura, pero no presión durante el partido -o lo que resta de partido-. Porque no tienen más presión del momento y porque hay jugadores que justamente eso lo soportan mejor.
Elogios privados
- El elogio privado abierto
Por otro lado vamos a ver los elogios privados abiertos. Esos son los que tú haces en privado con tu jugador pero delante de tu equipo, delante del resto de compañeros en el vestuario.
Puedes aprovechar este tipo de elogios para dar indicaciones y adentrar al resto del equipo en el juego. Indicaciones del tipo: “Hoy vamos a buscar este jugador que hoy está de dulce, hoy le sale todo. Vamos a cargar el juego por banda derecha porque Pedro está haciendo un gran partido y vamos a apoyarnos mucho en él”.
Pedro ve que la indicación le produce cierta exposición hacia sus compañeros, pero está un entorno privado; es decir, está en un entorno de relativa confianza y con el resto de los compañeros puede apoyarse en ellos para poder salir de esa situación. Además, él ve agrandada su figura y eso le genera una motivación.
Esto es muy interesante para aquellos jugadores carismáticos, pero también ten en cuenta que en tu plantilla hay jugadores tímidos. Ocurre que a estos últimos esa exposición delante de todo el grupo le genera un poco de inseguridad. Tienes que conocerles bien, esa es tu labor como entrenador de fútbol.
Te resultará familiar, ya que antes hablamos del cuidado que hay que tener con el refuerzo positivo en jugadores de autoestima moderada, tímidos o analíticos.
- El elogio privado cerrado
Continuamos con el elogio privado cerrado. Este es el tipo de elogio en el que tú le dices al jugador lo que está haciendo bien, y se lo dices de manera en la que nadie se entera.
Eso a él le produce enaltecimiento y el único respaldo, el único compromiso que tiene, es contigo que es con la persona que se lo has dicho. Entonces, en ese sentido el jugador se siente muy arropado por la figura del entrenador, siente que le debe algo, pero no le debe a todo el entorno.
Sí que hay jugadores que prefiere ese tipo de elogio porque le enaltece en ese momento, hace subir su autoestima de cara al partido, le hacen rendir mejor, pero no les ponen de cara al resto.
Te sugiero manejarlo con cuidado, porque puedes provocar efectos no deseados como sensación de favoritismo dentro del equipo.
Consideraciones finales respecto a Elogiar en público o en privado
Si vamos a elogiar en público o en privado lo debemos decidir conociendo bien a nuestra plantilla. Es por eso que desde aquí resaltamos continuadamente la importancia de los entrenamientos, que es la manera que tenemos de potenciar y conocer a los jugadores.
Como entrenador de fútbol tienes que cuidar muy bien este punto, además de hacer gestión de emociones y dar los respectivos refuerzos a tus jugadores. Y respondiendo la pregunta inicial, ¿es mejor elogiar en público o en privado? Y la respuesta es: depende del equipo que tengas.
Así que nada, valora qué jugadores tienes, qué tipo de elogios pueden venir mejor, qué tipo de momento le puedes aplicar ese tipo de motivación extra para que te dé un plus a ti durante el partido y lo principal es que conozcas qué tipo de jugadores tienes y qué aspecto le puede sentar mejor.
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