¡Hola! Bienvenido a esta nueva entrada dedicada a los tipos de refuerzo para futbolistas. Hace unas entradas atrás, tratamos los tipos de feedback que se le puede dar a un jugador para motivarlo en la charla previa al partido, y en los entrenamientos de fútbol.
Recordemos que existen tres tipos de refuerzos que, usados inteligentemente, potencian las cualidades del jugador en entrenos y partidos: refuerzo positivo, negativo y neutro. Te adelanto que uno de ellos sirve más de lo que el nombre aparenta.
Hoy vamos a analizarlos y ver que cada uno es una herramienta más para mejorar nuestro equipo en rendimiento y hacer mejor gestión de emociones. ¡Vamos a ello!
Los tipos de refuerzos para futbolistas y cuándo aplicarlos
Lo primero de todo, seguro lo habrás notado en la introducción, es que estarás pensando que me he equivocado y estaba hablando de otros tres tipos de refuerzo para futbolistas, cuando lo normal es que se apliquen dos.
Pero ten en cuenta que se pueden aplicar de tres maneras: bien de manera positiva, bien de manera negativa o sencillamente no aplicar ninguno. Que es en sí, también es aplicar un refuerzo.
Así que nada, vamos a incidir en ellos y vamos a analizarlos uno a uno.
Antes de seguir, quiero hacerte entender, que no tienes que dar refuerzo continuamente sobre todo lo que está ocurriendo en tus entrenamientos de fútbol o en un partido.
Tienes que aplicar estos refuerzos sobre aquellas situaciones que ocurren por primera vez y que llevas tiempo persiguiéndolas. Bien sea que estás intentando aplicar un nuevo concepto en un jugador y se da esa situación, allí es donde debes incidir.
Ahora veremos si debes incidir de manera positiva, negativa o simplemente no tienes que hacer nada. Al igual que cuando es peligroso incidir de una manera u otra.
El refuerzo positivo: el más común
Pues vamos a empezar por el refuerzo positivo, es el más común y es el que cuando normalmente se da una situación que estamos buscando se le refuerza a ese futbolista diciéndole que lo ha conseguido.
Hay una pauta muy importante y es que es ese refuerzo debe generar emoción; una emoción en este caso me va a permitir continuar con el aprendizaje.
Si me está generando una emoción negativa, probablemente me corte el aprendizaje y me genere esa situación en las que no estoy haciendo bien las cosas, y en las que dependiendo de la mentalidad que tenga me puede llevar a entrar en un bucle y no aprender nada ese día.
¿Si notas que surge la necesidad de hacer una gestión de emociones, sea en tus entrenos o en el partido, para lograr lo que quieres? En muchas entradas he repetido hasta el cansancio la importancia de la inteligencia emocional. Si te interesa, déjame en los comentarios si te gustaría que analicemos más esta conexión con el fútbol.
El refuerzo negativo: no tan malo como aparenta
El segundo concepto que vamos a analizar es el refuerzo negativo. No te dejes llevar por el nombre, ya que el refuerzo negativo es también muy interesante. Porque si bien, normalmente se habla de que el refuerzo positivo es el más importante de todos, el refuerzo negativo también es muy fácil, sencillo de utilizar e igual de productivo.
El único problema que tenemos con este refuerzo, es que lo estamos utilizando en situaciones en las que hay un error técnico o donde hay un fallo a un tiro a portería. Entre otros tantos más.
Se está incidiendo sobre lo mal que lo ha hecho y sobre el error, de tal manera que ese refuerzo negativo lo que está generando es una emoción negativa, estamos haciendo una mala gestión de emociones, y no vamos a conseguir que mejore el gesto técnico, vamos a conseguir que deje de hacer la acción.
A nosotros no nos interesa que deje de intentar hacer los tiros a portería, nos interesa que nuestro jugador ejecute bien. En ese tipo de situaciones lo que nos interesas es que hayemos la parte positiva de la situación, qué ha llegado hasta esa zona, por ejemplo, que haya logrado el remate o que buscara la acción de tiro.
En lugar de señalar la ejecución, mejor incidir en la parte negativa de cómo ha colocado la posició del cuerpo, cómo ubicó el pie o cómo ha colocado el pie de apoyo, entre muchas otras cosas.
De tal manera que le estás dando una parte del refuerzo positivo en situaciones tipo: “oye, bien llegado hasta aquí, pero…”; y una parte de refuerzo negativo en: “… has colocado el cuerpo de esta forma que no te favorece, has girado mal el cuerpo, estate pendiente de eso…”
Estos refuerzos no le están generando una emoción negativa al jugador, sino todo lo contrario; le está generando una emoción positiva porque además le estás dando solución, por lo tanto es muy interesante que ese refuerzo negativo lo utilicemos bien en nuestros entrenamientos de fútbol.
El refuerzo neutro: ni uno, ni lo otro, sino todo lo contrario
El último de los tipos de refuerzos para futbolistas es el refuerzo neutro. El refuerzo es en sí el estar en silencio, en él no vas a hacer ningún gesto ante una situación de error o ante una situación de acierto.
Ten en cuenta que es muy peligroso porque puedes tener perfiles de jugadores distintos dentro de tu plantilla.
Por ejemplo, hay dos jugadores en tu equipo, un jugador con carácter fuerte, con hambre de ganar, que tiene un autoestima muy alta. Vamos a suponer entonces que, durante nuestros entrenamientos de fútbol, cuando hay una acción positiva o cuando hay una acción negativa no hacemos nada. Él luego puede tomar esta señal como algo que está bien hecho.
Puede que lo haya hecho bien, pero si lo ha hecho mal, es consecuente con el error en el gesto técnico, no podrá hacerlo mejor y corre riesgo de lesión. Así que mucho cuidado con esto.
Y también está otro jugador con una autoestima un poquito más negativa en el que una situación de silencio, en el que no hay un refuerzo positivo ni tampoco hay un refuerzo negativo con una parte positiva, le va a provocar una emoción negativa.
Lo puede tomar como que lo está haciendo mal y no querrá ejecutar la siguiente acción o lo intente y no genere el acierto que tú está buscando. Aquí caemos nuevamente en una mala gestión de emociones.
Por lo tanto es muy importante que cuando tengas jugadores con una autoestima bastante baja incidas en dar un tipo de refuerzo porque es lo que está esperando, lo necesitan y tú tienes que dárselo como entrenador.
Consideraciones finales sobre los tipos de refuerzos para futbolistas
Como ves, usar estos tres tipos de refuerzo para futbolistas es una cuestión muy delicada. Necesitas conocer el perfil de tus jugadores, y esto se logra a través de la convivencia, observándoles en el campo y entre sus compañeros de equipo.
Hay casos donde es evidente el tipo de perfil que tienen, no más hay que asegurarse para dar los refuerzos adecuados y hacer una buena gestión de emociones en la plantilla e incrementar el rendimiento de nuestro equipo.
¡Y bueno, hasta aquí llegamos con la entrada de hoy! Espero que te haya servido, déjame en los comentarios qué tipo de refuerzo crees que es el más interesante para aplicar con tus jugadores.
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Solo me falta desearte la mejor de las suertes en tus entrenamientos de fútbol, seguirnos en nuestras redes (Facebook – Instagram), y hasta una próxima entreda. ¡Chao, nos vemos!